viernes, junio 15, 2012



Carta abierta a la abogada de Bettini

junio 14, 2012
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Doctora Blasco Lebrero:
Ayer, en nuestra redacción se recibió un mail suyo, cuyo texto es el siguiente: Apreciados Señores,
Me dirijo a ustedes por mandato del Sr. Carlos Bettini Bettini que solicita se elimine la información relativa a sus datos personales que constan en la siguiente URL:http://site.informadorpublico.com/?p=12760
Del mismo modo solicito que dicha información sea desindexada de los buscadores que corresponda.
Quedo a su disposición para cualquier consulta que pueda surgir.
Atentamente,
Susana Blasco Lebrero
La solicitud en cuestión se refiere al artículo “Cristina, Bettini, Devoto y el asesinato del Capitan Bigliardi“, queinformadorpublico.com reproduce dehttp://diariopregon.blogspot.com.ar/2012/06/la-presidente-nego-el-pasado-montonero.html el 9 de este mes. La nota se refiere a la historia de Jorge Devoto, un oficial de la Armada desaparecido durante el último proceso militar, al cual la presidente acaba de ascender -post mortem- al grado de Capitán de Corbeta. Luego, el periodista analiza la vinculación entre Devoto y el actual embajador en España, Carlos Bettini, cuando ambos integraban la organización Montoneros. En particular, se detalla la supuesta participación de ambos en el asesinato del Capitán de Corbeta Jorge Bigliardi, ocurrido el 5 de enero de 1975, cuando éste salía de compras con su hijo menor.
Doctora, respecto de su pedido, quiero expresarle mi sorpresa, porque no es frecuente que la abogada de un funcionario de primer nivel, como lo es el embajador en España, se dirija a un medio de comunicación solicitándole “se elimine” la información volcada en un artículo que, en este caso en particular, no fue escrito por nuestra redacción sino reproducido de otro medio. También me sorprende, contando con 22 años de ejercicio de la abogacía, que un pedido formal como el suyo no esté acompañado de la debida fundamentación que lo justifique, por ejemplo, la inexactitud o falsedad del contenido, etc. Debo interpretar entonces que, por lo menos en primera instancia, usted no está cuestionando la veracidad de la información publicada sino pidiendo que la misma sea “eliminada” porque afectaría la imagen del embajador Bettini. Le hago presente, entonces, que los hechos referidos en el artículo en cuestión fueron anteriormente publicados por otros medios e incluidos también en libros, por ejemplo, Por amor al odio, de Carlos Manuel Acuña. Y debo manifestarle también mi extrañeza ante el hecho de que se pida borrar la información -en definitiva, un modo de desinformar a los lectores- en vez de ejercer el derecho a réplica expresando sus puntos de vista sobre los hechos referidos por el periodista.
Si su cliente participó del asesinato a sangre fría del Capitán de Corbeta Bigliardi no es, en realidad, el tema de esta carta. Lo que está en juego a partir de su amable solicitud es si un medio periodístico debe autocensurarse ante el requerimiento de un funcionario público, realizado en este caso a través de su abogada. Sutilmente y a través de un pedido, el embajador Bettini estaría tratando de que el medio que dirijo se autocensure y su mail, de algún modo, refleja un procedimiento encaminado a estorbar o impedir la difusión de ideas. Si su cliente, en vez de ser embajador argentino en España, fuera un simple particular, su solicitud no afectaría en lo más mínimo el ejercicio de la libertad de prensa. Por otra parte, los hechos relatados en la nota no tienen que ver con cuestiones íntimas ni protegidas por el derecho a la privacidad sino con una cuestión de trascendencia pública, como lo es un atentado terrorista. Pero la realidad es que el embajador Bettini es un representante del Poder Ejecutivo Nacional. Su pasado político, su participación en una organización terrorista y aun sus ideas, son entonces temas de interés público y no simples cuestiones privadas. De acceder yo a su pedido, el resultado sería que estaría censurando información ya publicada y a disposición de los lectores, cediendo a la presión de un alto funcionario que, por otra parte, formula su requerimiento sin explicarlo en lo más mínimo. Distinta sería la situación si usted o su representado refutaran con pruebas las afirmaciones vertidas en la nota en cuestión, porque entonces la ética profesional nos obligaría a considerar su pedido.
En los actuales términos, debo responder entonces negativamente a su solicitud. Lo debo hacer también porque, como vienen señalando la SIP, ADEPA y otras instituciones que agrupan a los medios periodísticos, la libertad de prensa en la Argentina está gravemente amenazada por el avance sobre la misma del Estado Nacional. Esto ocurre a través de medidas restrictivas, de la utilización coactiva de la pauta de publicidad oficial para digitar los contenidos, la intervención gubernamental en las empresas periodísticas, los permanentes ataques de los funcionarios a los medios independientes y la instalación de un clima de intimidación y autocensura. Este contexto, lamentablemente por cierto, descalifica su pedido, convirtiéndolo en una presión disimulada. Por estas razones es que no vamos a “eliminar” la nota referida al pasado en Montoneros del embajador Bettini.
La saludo con mi mayor consideración.
Carlos A. Tórtora




http://site.informadorpublico.com/?p=12760


Cristina, Bettini, Devoto y el asesinato del Capitán Bigliardi

junio 9, 2012
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La presidente negó el pasado montonero de Jorge Devoto, y sus familiares guardaron silencio. En la foto: Carlos Bettini (2° de la derecha, sentado), y su novia Cristina Wilhelm (parada, 2° de la izquierda), mirando un partido de rugby en la Plata.
En el acto que encabezara la presidente de Argentina Cristina Wilhelm en el Edificio Libertad, el día 6 de Junio de 2012, sede de la Armada Argentina, negó el pasado de militancia montonera de Jorge Devoto.
PROVOCADORES DEL GOLPE
Tras la lectura y entrega del Decreto por el cual realizó el ascenso post mortem al grado de Capitán de Corbeta del Teniente de Fragata Jorge Devoto, la Presidente hizo uso de la palabra. Centró su discurso en la referencia a que Devoto fue un desaparecido, y que se había opuesto al golpe militar de 1976.
Sin embargo, el objetivo claro de todos los grupos de milicias subversivas que actuaron en el país era precisamente ése: provocar el vacío de poder para ocuparlo ellos, o que un golpe militar produjera una ruptura constitucional para servir como excusa a sus acciones pasadas y futuras.
El golpe militar se produjo, y fueron los militares quienes vencieron en la guerra contra la subversión, ya que el conflicto se había planteado claramente en términos de una guerra.
PREMIANDO A AMIGOS
Familiares de Devoto y de Bettini estuvieron presentes, recibieron las jinetas y el Decreto, guardando silencio también sobre la militancia montonera del homenajeado. Entre otros funcionarios, estuvo presente en el acto el Canciller porcionista Héctor Timerman.
La Presidente saludó a las familiares, y a la hermana del Embajador en España, Carlos Bettini, y se retiró sin más. Recordemos sobre el particular, la causa de Southern Winds en que se llevaban periódicamente valijas con drogas con destino a la Embajada de Argentina en España… en la cual el Embajador, por supuesto, no tiene nada que ver ni que declarar.
Los familiares también guardaron silencio sobre la grave omisión al asesinato de Bigliardi.
PECADO DE OMISIÓN
La versión oficial de la Historia queda así mutilada, ya que si los montoneros consideraban un acto de guerra heroico, muestran actualmente, ya en el poder, incluso la mayor cobardía de no reconocer las acciones que efectivamente desarrollaron. Es posible que la fecha haya sido elegida por ser aniversario del episodio que llevó a la muerte al Capitán de Corbeta Bigliardi.
En su discurso la Presidente, omitió señalar los antecedentes de Jorge Devoto, quien marcara a Bigliardi, interventor de YPF para ser ejecutado por Carlos Bettini. Devoto luego fue un desaparecido, junto con otros de sus familiares.
Sin embargo, los hechos no son tan claros como debieran, y al momento de reconstruir la historia hay datos contradictorios.
RECONSTRUYENDO LA HISTORIA
El asesinato del CC (RE) Bigliardi se produjo en La Plata, cuando Bigliardi volvía con su hijo de comprar en una casa de pastas un domingo por la mañana, con la metralla, los ravioles volaron por el aire mientras él caía muerto con su hijo menor de 8 años por testigo.
El hecho ¿Fue en el año 1975 o 1976? ¿Fue en enero, en junio o en julio? ¿Fue un día 5, un día 6, un día 12 o un día 14?
Las versiones sobre esto son contradictorias, cuando no debiera ser así, ya que la fecha de los sucesos debiera ser exactamente determinada.
Incluso se mencionan en las diversas versiones fechas concretas que no caen un día domingo, que convierten en más incierta aun la versión. Curiosamente, el 6 de junio de 1976 fue domingo (durante el Proceso de Reorganización Nacional), y también es una de las fechas posibles.
“SOMOS NOVIOS”
Carlos Bettini hoy embajador en España, habría sido novio de Cristina Wilhelm en su juventud, pertenecía a la Columna Capital de Montoneros.
Cabe destacar que la actual Presidente de Argentina, nacida en Tolosa, no tiene por apellido real el de Fernández, que corresponde a su padre “adoptivo” quien la reconociera legalizándola tras su matrimonio con Wilhelm, que luego sería madre de la única hija común con Wilhelm, que es hermana de Cristina. Por ello, el apellido real de la Presidente es Wilhelm, no Fernández. Cristina sería hija de un reconocido Contador que no se hizo cargo ni de darle el apellido ni de pasarle una cuota alimentaria.
Carlos Bettini manifestó un extremo compromiso y militancia montonera, que lo condujo a asesinar por la espalda de varios tiros al Capitán de Corbeta (Retirado hacia muchos años) Jorge Bigliardi el 5 o el 12 de enero de 1975 (durante el Gobierno constitucional), cuando salía de su casa con un hijo menor de edad a hacer compras familiares del domingo por la mañana.
MATAR A UN VECINO…
Al mediodía de ese domingo, Bettini con su hermano y otro miembro de la Organización Montoneros (Devoto) estaban parados frente al edificio de departamentos conocido como “Edificio YPF”, calle 53 e/ 7 y 8 de La Plata. Carlos Bettini alias “Soldado Emilio” escondía entre sus ropas un revolver 357 Magnum. Los tres esperaban la salida de Jorge Bigliardi para matarlo.
Se comenta que Bigliardi había sido elegido por ser marino, porque ya hacía varios años que estaba retirado, porque además eran amigos y vecinos de Bigliardi, lo cual les permitía conocer todos sus movimientos para acercarse y dispararle sin ningún riesgo ni despertar sospechas en su víctima. El capitán Bigliardi era de la Promoción 79 de la Escuela Naval Militar. Estaba retirado desde hacía unos años, y en aquel momento trabajaba en el Astillero Río Santiago (hoy dirigido por Julio Urien).
Era Jorge Bigliardi un hombre de familia, casado, con dos hijos pequeños. Oficial de la Armada retirado pocos años antes, se desempeñaba como Jefe de Seguridad de Astilleros Río Santiago y se movía sin custodia alguna, no por temerario sino porque su bonhomía le hacía pensar que no tenía enemigos. Siempre repetía: “No tengo enemigos”.
PLAN DE JORGE DEVOTO
Jorge Devoto, cuñado de los hermanos Bettini, por estar casado con su hermana, también era marino y vivía en el mismo edificio que Bigliardi, y fue él quien propuso convertirlo en víctima para ser asesinado.
Bettini iba a disparar, pero justo Devoto había bajado con Bigliardi y su nieto y todos salieron juntos del ascensor del edificio en que vivían. Una vez que su víctima fue a hacer su habitual mandado, Devoto explicó que al estar frente a su puerta, Bigliardi salió de golpe y no se pudo esconder, confirmando a Bettini que iba a comprar ravioles.
Carlos Bettini decidió esperarlo, y quedó solo durante 20 minutos.
Bigliardi regresa y estaciona su auto en la esquina de su departamento. Allí mismo está el “soldado Emilio” empuñando su revolver 357 Mágnum escondido bajo la ropa. Bigliardi desciende del auto y camina hacia ellos, y los saluda considerando la relación amistosa que los unía hasta entonces, según había creído Jorge Bigliardi. Bettini lo llamó por su nombre, Bigliardi lo vuelve a saludar, y es asesinado a balazos mientras alcanza a gritar “Canallas” cuando comprende lo que significaba el arma en la mano del “soldado Emilio” apuntando hacia él, y antes de recibir el disparo mortal en el cuello.
Tras disparos sellaron la muerte de Bigliardi, cuyo cuerpo cayó hacia atrás, y quedó tendido en la vereda con un hilo de sangre que salía de su cuello. Bettini guardó velozmente su arma, corrió unos 20 metros, y después para disimular serenidad disminuyó el paso hasta llegar a su auto y escapar. Mientras Bigliardi moría sobre el pavimento, a los 47 años, dejando a su mujer sin esposo y dos hijos menores de 8 años, Bettini se fue tranquilamente a jugar al rugby al San Luis.
ALGUNOS DATOS
BETTINI FRANCESE, Carlos. NG (Nombre de Guerra): “Germán” o “Emilio”
Hijo de: Antonio Bautista y Marta del Carmen
Estado Civil: Separado de NG. LILIANA
Hermanos: Marcelo (muerto) y Marta Maria Mercedes
Familiares:
DEVOTO, Jorge Alberto Daniel (Cuñado) (desaparecido)
ANTECEDENTES
Durante el año 1973 comenzó su militancia en la JUP La Plata, pasando posteriormente a Barrial del Frente Territorial.- A fines de 1974 funciona como asistente del Jefe de la Regional Sur
Principios de 1976, integra las UBAC (Unidades Básicas de Apoyo de Combate) en La Plata. El 13 de junio de 1976, planifica y participa como protección del Equipo de Asalto en la muerte del Capitán de Corbeta (RE) Jorge Raúl BIGLIARDI. En la operación se utilizaron dos vehículos, como apoyo de desconcentración del armamento se utilizó un Rastrojero Dominio B-1.081.967 Propiedad de Antonio Bautista BETTINI. Según el interrogatorio efectuado a NG. Cristina, el Capitán BIGLIARDI se domiciliaba en el mismo Edificio en que vivía el Teniente Jorge Alberto Daniel DEVOTO, esposo de Marta Maria Mercedes BETTINI, quienes habrían aportado datos para la realización de la operación. Su hermano muere en una cita que cumple por su orden, dado que el causante era su responsable.
DESAPARECIDOS
Luego de los hechos, hubo una serie de desapariciones. Coincidentemente con la desaparición de Graiver (7 de agosto de 1976), Carlos Bettini se exilió en España. Su hermano muere días después en lo que Policía Bonaerense del General Camps calificó como “un enfrentamiento” con la Policía. En diciembre de 1976 su padre, el fiscal Antonio Bettini logra que le entreguen el cadáver de su hijo.
Luego, el fiscal es secuestrado el 18 de marzo de 1977. Su hija declara que iban a pedir por él un rescate. A los pocos días, su yerno el marino Devoto se presentó como testigo presencial en el Comando de la Armada y desaparece al ingresar al edificio Libertad de la Armada. Los militares le dicen a la esposa que seguramente pedirán por él un rescate. En el libro “El vuelo” el marino Adolfo Scilingo relató al periodista Horacio Verbitsky que todos sabían que Devoto había sido arrojado al mar desde un avión.
La serie de desapariciones siguió en abril del 77 con la desaparición de Edimé Peirano, pareja del actual embajador en España, Carlos Bettini. A los siete meses, secuestraron a la abuela materna del diplomático, Mercedes Hourquevie de Francese, a su chofer y al yerno de éste. Todos siguen desaparecidos.
LA MUERTE DE DEVOTO
Bettini, recuerda además que su cuñado, el marido de su hermana, el teniente de fragata Jorge Alberto Daniel Devoto, fue arrojado vivo en un vuelo de la muerte. Según refirió, fue arrojado al mar por sus colegas quienes lo acusaron de traición al defender los principios democráticos y constitucionales como valores principales. Fue considerado un traidor por sus compañeros de armas y arrojado al mar vivo y sin la previa aplicación de sedantes utilizados con otros prisioneros.
He tratado de reflejar de modo imparcial la historia completa, que como se ha resaltado, tiene graves contradicciones en la información que actualmente está disponible, aunque no ha de ser muy difícil descubrir la verdad en esta materia.
El horror del crimen y el horror de las desapariciones, no pueden ser olvidados. Cuando se habla de “memoria”, ésta ha de ser completa. Las penas han de ser para todos, y los Derechos Humanos, entendidos como el respeto a la dignidad de la naturaleza humana, también. Y si se habla de Justicia, ésta ha de ser aplicada de modo igual a los involucrados, en el marco de la búsqueda de la Concordia.
Emilio Nazar Kasbo