Con un minucioso detalle, Lanata relató paso a paso, minuto a minuto, con filmaciones, ampliaciones de un supuesto libro de entradas, y hasta la recreación con los jugadores de fútbol llegando al estadio Beira de Porto Alegre, cómo se desvió mercadería de los niños. ¿Por qué mencionó el partido? Pues porque, supuestamente, el desvío se realizó durante el partido de Argentina-Nigeria, para no despertar sospechas. El interés que concitó el partido de fútbol debía distraer cualquier irregularidad.
Como dijimos, paso a paso, Lanata nos relató la salida de las donaciones de Banco de Alimentos.
A las 13 hs. comenzaba el partido, por ello cualquier sospecha que pudiera despertar un camión saliendo de la Fundación Banco de Alimentos rumbo a la Fundación Felices los Niños, estaría enmascarada tras la pasión de multitudes.
A las 13 hs. del día 25 de junio comenzaba el partido Argentina-Nigeria, la misma hora en que Lanata señala como el comienzo del operativo.
Luego el camión llega a la Fundación Felices los Niños
Hasta aquí todo parece salir bien puesto que los argentinos estaban entretenidos mirando fútbol.
Ya dentro de la Fundación, los sagaces delincuentes bajan unos pocos alimentos para los niños.
El periodista Lanata sigue con su relato:
"Promedia el entretiempo del partido de Argentina y no hay autos en las calles...
...durante el segundo tiempo la camioneta se va; en el libro de entradas y salidas deja asentado que se dirige a la Parroquia La Sagrada Familia de Cardales..."
Esto es lo que dice Lanata con meticulosidad. La camioneta sale envuelta en la indiferencia de los que miran el partido, pero según el libro que misteriosamente cayó en manos de Lanata, la camioneta salió a las 16.10 hs. Para entonces el partido debía haber terminado sobradamente. No coinciden los tiempos.
El partido de Argentina-Nigeria empezó como bien dijo al principio, a las 13 hs. y no tuvo tiempos adicionales porque Argentina hizo tres goles: uno a los tres minutos del primer tiempo (Messi) otro del mismo jugador antes de que terminara el primer tiempo y un tercero de Rojo en el segundo tiempo. Los dos goles de Nigeria no le alcanzaron para extender el partido.
El partido terminó a las 15 hs. como marca el Reglamento de la Fifa, pues un partido consta de dos tiempos de 45 y entretiempo de 15.
Por lo anterior, indiscutiblemente el partido debió estar terminado a las 15 hs. pero Lanata asegura que la salida de la camioneta se envolvió en la bruma futbolera a las 16.10 hs.
"Durante el segundo tiempo la camioneta se va; en el libro de
entradas y salidas deja asentado que se dirige a la Parroquia La Sagrada
Familia de Cardales"
Sin embargo, en el citado libro la salida de la Fundación fue a las 16.10 hs.
...y cuando sale, según PPT (Periodismo Para Todos), todavía puede escucharse el partido, pues se ilustra la salida del penal con un fondo de relato futbolero.
Un partido verdaderamente largo ... habiendo terminado a las 15 hs. todavía se escucha de fondo cuando la camioneta sale del penal para terminar llegando a la Fundación a las 19 hs.
Esta inconsistencia no hace más que demostrar que toda la secuencia fue un montaje para darle credibilidad a una patraña. El programa nada prueba, nada concluye. Es una camioneta que va y viene, no se sabe qué día, no se sabe a qué hora, no se sabe para qué pero la supuesta precisión de datos y testimonios que relata el comentarista deja una sensación de minuciosidad que intenta convencer al desprevenido televidente.
Todo lo que se dice en este blog respecto a esta supuesta secuencia puede encontrarse en el video del Canal 13, en esta dirección
http://tn.com.ar/policiales/fundacion-felices-los-presos-el-desvio-de-donaciones-para-beneficio-de-grassi_520530
Cualquiera puede comprobarlo. Como corolario de esta sarta de maquinaciones, es bueno terminar con un comunicado oficial de la Fundación Banco de Alimentos, que asegura haber controlado el estado en que se encontraban los alimentos dentro de la Fundación Felices los Niños.
La Fundación Banco de Alimentos para donar, realiza un minucioso control para que los alimentos lleguen a destino y no sean malversados, desviados o vendidos.
Debió sacar un comunicado que aclarara que los alimentos no se encontraban en mal estado y que realizaban los controles correspondientes.
Dice la Fundación Banco de Alimentos "la última visita a la Organización Felices los Niños fue realizada el 14 de marzo de 2014. Durante la misma se controló la despensa en la cual se guardaban los alimentos y no se detectaron irregularidades".
¿Estará complotada también la Fundación Banco de Alimentos?
El daño que estos psicópatas le producen despreocupadamente a dos fundaciones sin fines de lucro, ya sea Fundación Felices los Niños como Fundación Banco de Alimentos es letal.
No dudan en manchar instituciones, voluntarios que entregan generosamente su tiempo a los más necesitados, funcionarios del servicio penitenciario, etc.
Respecto de estos últimos, se involucran a funcionarios del servicio penitenciario en una maniobra en la que el sacerdote Julio César Grassi estaría dándose la gran vida dentro del penal de Campana, teniendo objetos no autorizados.
En primer lugar, los que acusan a Grassi de ingresar objetos no autorizados son los que ingresan equipos no autorizados para filmar con cámara oculta porque no están permitidos tales elementos en los penales.
Tampoco está permitido que las personas sometidas a prisión sean filmadas, fotografiadas ni expuestas a la curiosidad pública. Menos aun sin su consentimiento.
En la pseudoinvestigación se manifiesta que el sacerdote tiene una "oficina"; lo que no se aclara es que la oficina no es suya sino que es una dependencia adyacente a la cocina, donde realiza trabajos. Todas las personas privadas de libertad trabajan dentro del penal. Todas tienen obligación de hacerlo.
También se dice que tiene tres celulares (luego se dijo que eran cinco), en la imagen sólo se lo ve al sacerdote con un teléfono inalámbrico.
También se lo acusa de tener un frigobar. Todos los presos tienen heladera en los penales para que sus familiares les lleven alimentos y los conserven. Es porque la comida de los penales es incomible. Esto debería ser vergüenza para la sociedad antes que motivo de crítica al que debe padecerlo. Se lo acusa de tener un plasma o un caloventor, elementos corrientes que posee cualquier preso que pueda costeárselos.
La persecución de Clarín y sus empleados contra el sacerdote Julio César Grassi ha llegado a límites patéticos, histéricos como una mujer despechada que hace y dice cualquier cosa para llamar la atención por odio mezclado con rencor.
La supuesta investigación no es más que una letanía de afirmaciones sin fundamento, teatralizadas, con inconsistencias y falsedades.
El denunciante Juan Manuel Casolati es un impresentable que achaca a una persona privada de su libertad la responsabilidad por lo que él mismo debió hacer y no hizo. Desde hace años que el sacerdote Grassi no puede ingresar a su propia Fundación y desde hace ocho meses este individuo Casolati está al frente de la misma.
Con denuncias de ominosos pactos mafiosos asegura que desde la prisión maneja una Fundación que él no puede llevar adelante por su propia incompetencia.
Un cóctel de personajes perversos que sólo están sobre este mundo para dañar a los más débiles y causar toda la destrucción que les sea posible en sus mediocres existencias.