viernes, agosto 30, 2013

Pedido de informes del Diputad Alberto Asseff por la situación de los Presos Políticos

RESOLUCIÓN
LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN
PEDIDO DE INFORMES

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional para que a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, proceda a informar acerca de los siguientes puntos:
1.-Nómina total de presos detenidos – procesados y condenados- por delitos de lesa humanidad alojados en las cárceles de todo el país, sean del Servicio Penitenciario Federal o Provinciales, así como Hospitales, Comisarías o cualquier otro establecimiento que no sea el domicilio particular.
2.-identificación de esos presos que  tienen 70 años de edad o más.
3.-  Juzgados o Tribunales a disposición de los cuales se encuentran detenidos los mayores de 70 años imputados o condenados por delitos de lesa humanidad en cárceles, hospitales o comisarías.
4.- Nómina de personas de más de 70 años de edad  alojadas en las cárceles del Servicio Penitenciario Federal.
5.-Nómina de los presos imputados o condenados por delitos de lesa humanidad que han fallecido estando en condición de detenidos.

FUNDAMENTOS
Los derechos humanos son universales y, en nuestro país, son para todos los argentinos. Sin excepción.
Memoria no significa revancha. Así como concordia y unión no implican olvido, pero sí mirar para delante, castigo no puede ser en modo alguno ensañamiento.
El país está anoticiado de que han fallecido varios detenidos imputados y/o condenados por delitos de lesa humanidad. Sus familiares y asociaciones de abogados vinculados con estos presos han denunciado lesiones graves a los derechos humanos en varios de estos casos. Por supuesto que también la sufrirían los que están vivos.
Se han dado casos patéticos de traslados a la cárcel desde el Hospital Militar de presos sacados de la sala de terapia intensiva a quienes se les estaba administrando suero intravenoso.
No es mi deseo extenderme en estos fundamentos. Simplemente debo por obligación moral como representante del pueblo hacerme eco de estos sufrimientos y solicitar que se apruebe este pedido de informes. De resultas de la respuesta del poder Ejecutivo Nacional esta Cámara podrá obrar consecuentemente en resguardo de los derechos humanos para todos.
No se me escapa que la represión de los años setenta fue durísima y que no se ejerció dentro de la ley. Tampoco fue legal la protesta armada contra el régimen imperante, incluyendo al período constitucional vigente entre el 25 de mayo de 1973 y el 24 de marzo de 1976.
Acá no se trata de “dos demonios”. Ni siquiera de ‘un demonio’. Se trata de que en 2013 no podemos seguir anclados, en nombre de los derechos humanos, excarvando el pasado y desatendiendo los graves aconteceres cotidianos que ensombrecen el porvenir, incluyendo hasta los propios derechos humanos.
Los adolescentes y jóvenes que ni estudian ni trabajan y que son crecientemente atrapados por la drogadicción, ¿qué derechos humanos les estamos asegurando?
Si miramos al mundo entero, en los países que sufrieron dramas inenarrables – Vietnam o Sudáfrica por caso- no se ha revisado el pasado con vocación de revancha.
Fueron miles y miles los vietnamitas que colaboraron activamente con la ocupación norteamericana y luego estuvieron del lado de Estados Unidos en la guerra. Sin embargo, Vietnam superó esa dramática situación y hoy es un país emergente y unido.
El caso de Sudáfrica es paradigmático: Mandela perdonó a los blancos que lo tuvieron tres décadas cautivo y que persiguieron horriblemente a los negros sudafricanos.
Recuperar nietos es algo noble y plausible. Castigar delitos también. Pero mortificar a ancianos enfermos es un crimen de lesa humanidad inadmisible en un régimen de estado de derecho y defensor de los derechos humanos.
No puede omitirse que se están juzgando hechos acecidos más de 35 años. Todos sus protagonistas superan hoy los 70 años de edad. Aquellos actores hoy son longevos abuelos. Eso no excusa sus presuntos delitos, pero sí exige que esmeremos los cuidados de que no se transgredan los derechos humanos que ellos también tienen. Es lo que establece nuestra incumplida Constitución cuando en su artículo 18 establece que “las cárceles… no son para castigo de los reos detenidos en ellas…”. La Constitución me releva y exime de abundar en argumentaciones.
Queremos justicia, pero no más violaciones a los derechos humanos.
Por lo brevemente expuesto, solicito la aprobación de este Pedido de Informes.
Dr. Alberto Asseff

Diputado de la Nación

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