martes, septiembre 22, 2015

CREERSE EL PROPIO RELATO.

Lo malo del relato es creérselo.              
En los diarios de hoy nos informamos sobre los inmensos gastos de propaganda en los que incurre el gobierno.
Los medios oficialistas tienen cada vez menos rating y la única publicidad que llega a la gente es la que se cuela a través del fútbol. Que se cuele no significa que permanezca.
Los argentinos, cada vez que escuchamos o leemos una noticia, ponderamos de dónde viene. Quién la dice. Cómo la comenta. Somos expertos en leer entre líneas.
Pese a ello, algunos miembros del gobierno o sus satélites, siguen pensando que nos influencian. Las “orgas” autodenominadas defensoras de Derechos Humanos no son la excepción.
Estela de Carlotto quiere creer  que es un faro moral que señala el camino. Quiere creer que la seguimos y no se molesta en chequear si es así.
Carlotto se ha manifestado decididamente favorable a los acusados por la muerte de 98 personas, -la mayor parte jóvenes- en un local bailable llamado “República de Cromañón”. Ha dicho respecto del conjunto musical Callejeros: “si a estos chicos los condenan, yo voy a prisión con ellos”. Fueron condenados.
Mientras estamos  que cumpla con su palabra insiste “los familiares de Cromañón se han ensañado  con estos jóvenes". Dice que “buscan venganza más que justicia”.
Es sorprendente el doble estándar de Carlotto. Cuando se la acusa de lo mismo, de buscar venganza, enaltece el rol “sanador” de la Justicia y su imparcialidad. Imparcialidad que en Argentina es una burla y todos los argentinos lo sabemos, particularmente en los juicios que le siguen a militares y policías por la guerra antisubversiva de los años setenta. 
Sin embargo, se atreve a acusar a personas sufrientes, personas que han perdido hijos en formas horribles, quemados, envenenados con cianuro, aplastados,  de buscar  venganza.
Estos jóvenes, no pertenecían a organizaciones armadas, no habían empuñado las armas contra la Nación como sí  lo hizo su hija Montonera. Eran, jóvenes,  civiles inocentes, que sólo querían divertirse en un espectáculo público.

Cada vez las trincheras son más profundas y se distingue mejor quién está de cada lado. 

1 comentario:

Gabriel GRÖBLI dijo...

Excelente. Y como todo círculo tiende a cerrarse, el ex-guitarrista de "Callejeros" sostuvo que algunos familiares lucraron con la muerte de sus parientes. Cualquier parecido con la realidad...
http://www.24con.com/nota/139612-algunos-padres-lucraron-con-la-muerte-de-sus-hijos/