domingo, noviembre 20, 2011

SONRIA...LO ESTAMOS VIOLANDO.

Doy fe de que lo que dice el excelente periodista Horacio Palma, es verdad. Lo escuché de los mismos presos políticos alojados en Devoto y Ezeiza. El director del Servicio Penitenciario en persona -en evidente abuso de su cargo-  sacó fotos de las pertenencias personales de los presos políticos y las entregó al periodismo adicto al régimen.

Andrea Palomas-Alarcón

http://horaciopalma.blogspot.com/2011/11/presos-politicos-de-argentina-sonria-lo.html



Presos Políticos de Argentina. Sonría... lo estamos violando.




                                Comisario Becerra... en éstas condiciones lo llevaron a "tribunales"



                                           Dr. Victor Hortel (foto de su muro de Facebook)






Dr. Víctor Hortel (a la derecha de la foto)

Esta semana leí en la Revista Veintitrés, una de las tantas revistas del grupo Spolsky, perteneciente a la Corporación periodística del gobierno kirchnerista, un gobierno que va camino a ser el período gubernamental más extenso de la historia de Argentina.

La nota, con título estridente, es una nota que yo recomiendo leer a todo aquél que estudie periodismo. Léanla, analícenla y luego saquen sus propias conclusiones.



Pertenencias privadas de Antonio Pernías en el penal de Ezeiza publicadas por la Revista Veintitrés. Foto: Dr. Víctor Hortel (Director del SPF)





El título de la nota es ya un editorial en sí mismo: “Cárcel común. Cómo viven los genocidas en prisión”. Si bien la figura de “genocidio” no existe en la justicia argentina, el periodismo militante sabe que queda bien enterrar las miserias de todos, en las tumbas de unos pocos. Entiende perfectamente que es más cómodo señalar que señalarse. Acusar, que hacerse cargo. Así que le resulta fácil encontrar un demonio en quién volcar sus miedos.


Pertenencias privadas del comisario Patti en el penal de Ezeiza publicadas por la Revista Veintitrés. Foto: Dr. Víctor Hortel (Director del SPF)

Nada es casual en la construcción de poder que encierra “El Modelo”. Nada puede dejarse librado al azar, pues quienes quieren beber en el manantial dulce del Poder durante 12 años o más… bien saben que se necesita modelar, y bastante, la democracia a las necesidades de “uno”. Obvio. Sobre todo esa parte de la democracia que necesita alternancia y libertad de expresión y tolerancia hacia los que critican.





                                    Vianda del Servicio Penitenciario Federal al General Bignone (85 años)

Esta semana, la mismísima presidenta hizo referencia a la importancia de la “batalla cultural”, que para el modelo K no es otra cosa que reescribir la historia, o utilizarla según convenga. No es cuestión de rasgarse las vestiduras, después de todo cada régimen que en este país intentó eternizarse en el poder puso manos a la obra en eso de utilizar el discurso y volcar los medios del Estado para reeditar la historia o contarla sesgadamente… veamos: Primero fue Perón, luego otra vez Perón, luego otra vez Perón, más tarde el peronismo de Menem, después el peronismo de Néstor y ahora el peronismo de Cristina…uy, ¡ahora caigo en la cuenta de cuánto nos han gobernado los peronistas en los últimos 70 años!! Eso sí, la culpa de los males del país es siempre de los “gorilas” que critican…je.

                                                 

                                    Así trasladaron al comisario Luis Patti trasladado a "tribunales"
Pero me fui por las ramas, estaba hablando de la nota que leí en la Revista Veintitrés. Varias páginas a todo color con un material fotográfico “exclusivo”. No sé si alguno de ustedes alguna vez fue a visitar presos. Los permisos, el papeleo, las demoras, las requisas, las trabas, los colectivos dentro de los penales…es todo, y me parece bien, un gran y engorroso trámite. Digo, porque la Revista Veintitrés muestra en esta nota un material fotográfico imposible de obtener si no es por orden judicial, o por complicidad con los que tienen la tarea de revisar a las visitas o a los internos del penal.

Afirma la nota: “Cárcel Común. Como viven los genocidas en prisión. Las imágenes que retratan su forma de vida, y que Veintitrés revela de forma exclusiva, son elocuentes: las habitaciones son individuales, no suelen cerrarse con llave de noche, cuentan con computadoras, plantas, estufas, acondicionadores de aire y casi ningún objeto médico que demuestre condición de insalubridad...”

La nota ilustra y cuenta y relata sólo las habitaciones de los presos políticos militares juzgados por un tribunal especial en las causas llamadas “de lesa”. Y de ellos, sólo los que se encuentran detenidos con problemas de salud en el penal de Ezeiza, por ser el único penal con algún tipo de complejidad hospitalaria.

No es casual. Ni la nota ni lo que allí se dice ni las fotos. No es casual que lo publique un medio de la Corporación mediática kirchnerista ni es casual el fotógrafo que tomó las fotos y se las pasó a la Revista. Hace tres semanas, en una carta que yo mismo publiqué en esta página, Adriana Tepedino, hija del Coronel Tepedino escribió esta carta: “Quería contarles que anteayer le dieron la prisión domiciliaria a mi padre, el Coronel Tepedino preso en el penal de Marcos Paz. Hace un montón de meses que sufría una depresión espantosa. Volvió a casa deshidratado, con incontinencia, totalmente rígido. Hoy está internado porque sinceramente pensé que anoche que se moría. Tiene 85 años y estuvo en Marcos Paz desde abril de 2010 hasta hace dos días sin atención médica. Lo devolvieron cuando creyeron que se les moría!”. Bien, como era obvio, el Coronel Tepedino falleció a los diez días de que el penal federal de Marcos Paz se librara de él. Finalmente se cumplió lo que diez días antes había avisado su hija.

Los abanderados de los derechos humanos en Argentina parecieran tener la idea fija de la venganza hasta la humillación de los militares presos del régimen. Solo así se puede explicar la actitud inhumana de los que se dicen mejores y se venden defensores de los derechos humanos de todos. La actitud de acarrear (literalmente) viejos, enfermos, enfermos terminales, discapacitados motrices y mentales hasta los juicios especiales. Sacar a un viejo de 85 años con un ACV de una cárcel sin posibilidades de darle asistencia médica a las 6 de la mañana, hacerlo estar todo un día en tránsito y depositarlo 18 hs. más tarde en el penal.

Visto en perspectiva, desapasionadamente, pareciera haber un designio. Algo así como un pacto preexistente. Como si una Omertá se hubiera jurado la venganza y su encubrimiento.

El Dr. Víctor Hortel es el Director del Servicio Penitenciario Federal. Es abogado y escribano. Las crónicas de la corporación kirchnerista recibieron así su llegada al cargo: “Un garantista allegado al juez Zaffaroni al frente del Servicio Penitenciario Federal”.

El Dr. Hortel asumió en un acto con sus más allegados: Horacio Vertvisky, Luis Eduardo Duhalde y sus compañeros de militancia de la agrupación que el Dr. Hortel forma paarte: “Negros de mierda”.

El diario Tiempo Argentino, también del grupo Spolsky, contó así la designación del Dr. Hortel al frente del Servicio Penitenciario Federal: “Hortel también forma parte de la agrupación Negros De Mierda (NDM), que se propone dar la “pelea cultural” con ironía y humor para poner al desnudo la estigmatización de los medios conservadores. “Hortel sabe, tiene agallas y no se achica ante nada. Es obvio que van a venir cambios… ”

Si uno fuera un mal pensado, vería fantasmas allí donde evidentemente no los hay. Hace unos días, Hortel firmó 2 resoluciones: “Ordenó a la Escuela Penitenciaria de la Nación (EPN) disponer la visita de los cadetes al espacio para la memoria y para la promoción y la defensa de los derechos humanos que funciona en la ex ESMA, y mandar los cadetes a presenciar los juicios por delitos de lesa humanidad.”

El Dr. Hortel, a decir la verdad, predica con el ejemplo. Por eso hace dos semanas entró en persona a cada habitación de los militares presos en el penal de Ezeiza, y máquina en mano tomó fotos con su cámara de cada pertenencia de los presos políticos. “Esto es una requisa”, dijo. Cómo las fotos de la “requisa” tomadas por el propio director del Servicio Penitenciario Federal terminaron en la Revista Veintitrés… solo Dios lo sabe. La esposa de uno de los presos, al ver las fotos publicadas, me dijo: “le violaron la intimidad, y expusieron la violación”.

Horacio R. Palma

Para: El Dia de Gualeguay

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