Soy otro preso político
Finalmente consiguieron encarcelarme. Otro caso, entre miles, en el que la justicia ilegítima, funcional a un plan de odio y venganza, le cuelga a un militar el rótulo de genocida, decide enjuiciarlo por inexistentes delitos de lesa humanidad y lo somete a injusta prisión preventiva. En pocos días y a la velocidad de un rayo pasé a ser un preso político más sobre la base de conjeturas hechas sobre suposiciones, acerca de hechos inventados que habrían ocurrido hace cuarenta años, según el relato de falsos testigos. Mi detención no fue un caso aislado, al mismo tiempo fueron encarcelados varios militares, policías y civiles, como parte de otra ofensiva de la izquierda violenta y cerril. El sistemático plan de odio y venganza, planeado mucho antes y ejecutado, fría, impiadosa y meticulosamente durante la década kirchnerista, está dirigido contra quienes combatieron al terrorismo. Y jamás tuvo como objetivo ni la verdad, ni la memoria ni la justicia. El verdadero objetivo es convertir a la Argentina en un estado fallido, para lo que es necesaria la desaparición de las hoy fuerzas desarmadas. Pero no lo lograrán. Perdieron la guerra revolucionaria y van a ser derrotados nuevamente. La prisión, como la muerte o las heridas en combate, son contingencias que el soldado tiene asumidas. Por eso seguiré luchando desde esta nueva trinchera de una injusta cárcel en Campo de Mayo, por mi patria, la Argentina. Para quienes me han hecho llegar su solidaridad, vaya mi sincero agradecimiento. Mi orgullo de oficial del Ejército Argentino y veterano de la Guerra de las Islas Malvinas y del Combate del Regimiento de La Tablada está intacto, incólume, fortalecido por la adversidad, como lo está el de mis camaradas de todas las fuerzas de defensa y seguridad y amigos civiles presos y sus familias, unidos en el recuerdo de las miles de víctimas del terrorismo en la década de los 70, los 649 caídos en la Guerra del Atlántico Sur y los más de 450 ya muertos en injusto cautiverio. Los argentinos, en forma sostenida y creciente, revalorizan la necesidad de Fuerzas Armadas que, nacidas con la patria, la defiendan subordinadas y a órdenes de las autoridades políticas constitucionales.
Emilio G. Nani
Teniente Coronel (R)
DNI 4.526.260