No es ningún misterio si digo que mi pensamiento está con los Presos Políticos de Argentina y sus familias. Es mi deseo cada año desde que unos aprendices de brujos asaltaron el poder. Cada año es mi deseo una Navidad sin presos políticos y cada año mi deseo se ve defraudado.
Pero este año es distinto, es diferente, se huele esperanza en el ambiente.
Ni siquiera creo que sea preciso pedirle al nuevo gobierno que libere a los Presos Políticos. Esa es una realidad que irá decantando con naturalidad, como la apertura de un dique que esconde la ley liberará de la injusticia a la Argentina.
En cuanto los jueces cobardes de nuestro país dejen de sentir el yugo kirchnerista comenzarán a cumplir con su deber. Algunos ya han comenzado, otros siguen mirando para todos lados como si todavía vieran fantasmas.
Es preciso que nuestro país vuelva a la senda de la legalidad. La creatividad de los jueces, que en nuestro país es infinita, le dará el formato legal adecuado.
Ni siquiera creo que sea necesario exigirle al gobierno que haga algo. El gobierno sabe lo que pasa, cómo no lo va a saber si conoce los presos políticos de Venezuela. Con más razón conoce los de Argentina.
De todas maneras, es necesario que se ponga un ojo atento sobre la Justicia. Los de hoy, son los presos políticos del kirchnerismo pero en un par de meses más, serán los presos políticos del macrismo. Igual que en Venezuela: con el concurso de jueces corruptos y cobardes. No hay diferencia. Los de Venezuela también pasaron por tribunales y jueces.
Mi deseo de Navidad es que al Presidente Macri no le vayan a enrostrar un día, en una cumbre del Mercosur, que en Argentina hay presos políticos del macrismo.
Tampoco quiero formar parte de los que serruchan la balsa que nos mantiene a flote. Algunos comenzaron a reprenderlo por este asunto incluso antes de que asumiera. Lo que nos falta, que lo ataquen por izquierda y por derecha… Por ahí ya extrañan al kirchnerismo y quieren que vuelva.
En fin, mi deseo de Navidad es que el país vuelva a funcionar y que las cosas sean como deben ser.
Pero mi deseo de Navidad también incluye que la ex-presidente Cristina Kirchner vaya a prisión por todo lo que robó, por todo lo que destruyó, por todo el daño que hizo. Es un deseo casi tan grande como el anterior. No es posible que nuestro país salga adelante si se perdona la perversidad.
El Presidente aseguró que nos iba a decir la verdad y quiero exigirle que cumpla y que nos diga exactamente en qué estado está el país. Qué fue lo que encontró. Quiero pedirle que haga un informe Ministerio por Ministerio que incluya hasta las lapiceras que se llevaron. Le aconsejaron que nos oculte estos hechos porque podrían conspirar contra la recuperación de la confianza en la economía.
Sobrevivimos a doce años de kirchnerismo, no hay realidad que nos pueda alterar. Somos sobrevivientes. No existe dato que nos pueda sorprender y tenemos que saber de dónde partimos para saber cuánto avanzamos. No es justo que el esfuerzo que todos vamos a tener que hacer quede confundido en las mentiras del “maravilloso país” que nos dejaron. Exijo conocer la verdad cuanto antes.
En todo lo demás, espero del gobierno firmeza y legalidad pero como decía Couture “el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”. Le pido que sea firme con justicia.
A todos los demás, amigos, conocidos, contactos del mundo virtual, les deseo que empiecen este año con la misma esperanza que siento en este momento, que es mucha y que enfrenten el futuro con la misma inquietante alegría. Porque creímos que nuestro país se había perdido para siempre y lo estamos recuperando.
FELICES FIESTAS.
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