domingo, marzo 15, 2015

A los Prisioneros Políticos asesinados en las cárceles de Argentina

Los muertos no están ausentes, ellos permanecen.

Por Mario Sandoval
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A los hombres y mujeres, Prisioneros Políticos, muertos en cautiverio en las cárceles del
 
pueblo del gobierno Argentino, por haber protegido frente a la barbarie, la sociedad, las
 
libertades y las instituciones en los años 70. A esos padres, esposos, hijos, hermanos,
 
ciudadanos…, 286 personas que a la fecha fueron exterminados por la justicia y por una
 
política de Estado.
Queridos amigos,
 
Sé que ya no están para escucharnos, pero espiritualmente están vivos, nos dejaron recuerdos
 
imborrables en cada momento de sus vidas. Gracias, porque vuestra presencia sigue cerca de
 
nosotros, siempre nos acompañará, nos dará fuerza, nos guiará para obtener justicia en
 
nombre de todos los prisioneros y perseguidos políticos.
 
Acepten el pedido de perdón por nuestra ausencia en los momentos cruciales, dado que no
 
hicimos nada para impedir la persecución que ustedes vivieron, sufrieron y que abandonados
 
por la sociedad murieron en silencio, en donde las obligaciones positivas del Estado fueron
inexistentes. Solo la familia y reducidos amigos, estuvieron hasta último momento. Tenemos
 
una deuda con vosotros.
Asumieron con honor la discriminación, las numerosas violaciones jurídicas, los ataques
 
virulentos de militantes y asociaciones radicalizadas, como también el sufrimiento infligido
 
por un Estado totalitario quien actuando en nombre de los derechos humanos utilizó
 
mecanismos y métodos contrarios a los principios esenciales de justicia. Otra forma de
 
terrorismo.
 
Hemos observados pasivamente, de manera indiferente y hasta cobarde, como se llevaron a
 
cada uno de ustedes, violando sus derechos, atacando sus familias, destruyendo sus vidas.
 
Preferimos mirar para otro lado, guardar silencio, no perder nuestros privilegios, dejar de lado
nuestros valores y hasta asociarnos con el diablo por conveniencia. ¿Hasta cuándo dejaremos
 
que ello continúe? ¡Ya en décadas recientes, ciudadanos ejemplares padecieron el sufrimiento
 
inhumano hasta la muerte en las cárceles del pueblo de las 
or
ganizaciones terroristas!
 
Ustedes acompañaron estoicamente la profecía: “No tengas miedo por lo que vas a
 
padecer…. Permanece fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida”
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. Esa conducta es
 
un ejemplo, un honor para vuestras familias y la sociedad no debe olvidar que estos hombres
 
y mujeres, deben ser recordados como víctimas de la venganza de un gobierno. Por ello,
 
recordamos las oraciones de esperanza del obispo Louis Bougaud
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, quien en homenajes
 
similares, expresó:

El gran y triste error de algunos, incluso buenos, es el de imaginar que aquellos que la
 
muerte se lleva nos dejan. No nos dejan. Se quedan.
 
¿Dónde están? ¿En la sombra? ¡Oh, no! Somos nosotros los que estamos en la sombra.
 
Ellos están a nuestro lado, bajo un velo, más presentes que nunca. No los vemos porque
 
una nube oscura nos envuelve, pero ellos nos ven. Tienen sus ojos hermosos llenos de
 
gloria puestos sobre nuestros ojos llenos de lágrimas. Oh, consolación inefable, los
 
muertos son invisibles, no están ausentes.
 
Yo he pensado mucho en lo que podría consolar mejor a los que lloran. Helo aquí: es la
 
fe de pensar en esta presencia auténtica e ininterrumpida de nuestros seres queridos,
 
que han muerto. Es la intuición clara, penetrante de que, por la muerte, no se han
 
apagado, ni alejado, ni están ni siquiera ausentes, sino vivos, cerca de nosotros; felices,
 
transfigurados sin haber perdido en ese cambio glorioso ni una sola delicadeza de su
 
alma, ni la ternura de su corazón, ni una sola preferencia de su amor; habiendo, por el
 
contrario, en sus dulces y profundos sentimientos, crecido cien codos. La muerte para
 
los buenos es una subida en la luz, en el poder y en el amor. ¡Aquellos que, hasta ahora,
 
no eran más que cristianos ordinarios, son perfectos; los que no eran más que hermosos
 
pasan a ser buenos; los que eran buenos son sublimes!
”, 

Paris, 12 marzo 2015, Prof. Mario
Sandoval, marios46@hotmail.com 
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 Mario Sandoval, francés, nació en Buenos Aires. Formación y actividades en ciencias políticas, filosofía,
habiendo ocupado funciones en los sectores públicos y privados, la docencia superior y consultorías, a nivel
nacional e internacional, en los campos de las relaciones internacionales, la geopolítica. Regularmente realiza
conferencias, asesorías, publicaciones y organiza coloquios a nivel internacional. Miembro de centros de
investigaciones, asociaciones multidisciplinarias.
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 Apocalipsis 2.10
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 Monseñor Louis-Victor-Emile Bougaud, (28-02-1823 / 07-11-1888), Obispo de Laval en Mayenne, Francia.
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 En otras ocasiones propuse la utilización de un sol de ocho rayos como identificación de los PP. Propongo para
los próximos sepelios, entre otros homenajes, leer las palabras del obispo Louis Bougaud, junto a la marcha
fúnebre de Chopin y el toque de silencio.


*No reconozco el gobierno argentino actual de la organización Kirchner, sus instituciones, sus autoridades
nacionales, provinciales, judiciales, administrativas, legislativas. No reconozco las decisiones de justicia de la
CSJN, de los tribunales inferiores que violan los principios esenciales de los derechos humanos de los
ciudadanos.