Te agradezco que en los últimos cien metros te hayas convertido en kirchnerista, sabés? Tenía cierto prurito en atacarte, eras el menos kirchnerista del kirchnerismo.
Eras el único potable, presentable, que podía ser enviado a la asunción del Papa Benedicto XIV, por ejemplo, sin que nos dieras vergüenza. Hasta te perdonamos la grosería de que filmaras la ceremonia desde el asiento oficial.
Si fuiste el único que medías…un poco… es porque fuiste el menos kirchnerista del kirchnerismo. Por eso te eligieron, porque medías, no por tu purismo ideológico.
Nunca fuiste uno de ellos. Fuiste el menos de “ellos” de todos, por eso medías.
Te eligieron como mascarón de proa para embaucar incautos. Te iban a utilizar para mostrar una carita más “presentable” del kirchnerismo y después iba a manejar todo el Chino. Todos conocen tu poca afición al trabajo y tu desinterés por lo que no es ocio y esparcimiento. Te iban a utilizar y te iban a manejar. Pero vos, te ibas a dejar manejar con gusto, nunca te importó el verdadero poder, te importa la vida fácil y la gloria. Eso te lo iban a dejar. Un buen acuerdo para todos.
Pero cometiste un error fatal. Te lo digo ahora que ya es tarde. Te equivocaste fiero: te convertiste en kirchnerista. Te convertiste en lo que no sos.
Te dijo Mauricio “en qué te han convertido?”. Y no te quisiste dar cuenta. Te convirtieron en lo único que te mantenía alejado del Frente para el Fracaso.
Creyeron que tenían que mantener los votos que ya tenían. Esos, no había que mantenerlos, esos ya los tenían. Si te hubieras hecho una operación de cambio de sexo te habrían votado igual. Los kirchneristas “puros” estaban con vos porque vos ibas a tener el poder y eso es lo único que les importa.
En lugar de salir a cazar a los indecisos, saliste a cazar a los kirchneristas. Esos los tenías en la bolsa, hicieras lo que hicieras pero bueno…
Te agradezco a horas de las elecciones que nunca te hayas interesado por la política. Que dejaras todo en manos de personas que son menos vagas que vos, pero no mucho más brillantes.
Por último, “Yoli”, te agradezco que en los últimos cien metros hayas sobreactuado tu kirchnerismo, eso me quita cualquier culpa al atacarte.
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