En el día de ayer, un portal oficialista publicó una foto del ex-candidato de izquierda Nicolás Del Caño comprando dólares en el Banco Central de la República Argentina.
La foto, originalmente, fue publicada por un usuario de Twitter atribuyéndosela a una "amiga" que se lo habría encontrado.
Esta supuesta casualidad, es una de las tantas casualidades que los Presos Políticos padecen diariamente por parte de los servicios de inteligencia.
Agentes de la AFI (ex- SIDE) o servicios más recientes de inteligencia oficialista como la Policía de Seguridad Aeroportuaria esperan pacientemente en la puerta de las casas de los Presos Políticos o fijan cámaras que sacan fotos al comportamiento de éstos y sus familias.
Luego, atribuyen esas fotos a un seguimiento de integrantes de la agrupación H.I.J.O.S. que validan su consigna "a donde vayan los iremos a buscar".
Así hicieron con el médico José Luis Magnacco, al que filmaron por la calle en una salida autorizada por la Justicia; de las audiencias en el juzgado a su casa. El médico, para cortar camino, atravesó de lado a lado el Patio Bullrich y se detuvo un momento a comprar comestibles en un negocio camino a su casa. Esa actividad fue filmada por los servicios de inteligencia y presentada a la sociedad como un seguimiento de H.I.J.O.S.
http://tiempo.infonews.com/nota/54254
Quién sabe cuántos días lo estuvieron siguiendo hasta que cometió el error de detenerse un momento a comprar algo para almorzar. Con eso, le revocaron la prisión domiciliaria y lo enviaron al penal Federal de Marcos Paz.
Lo mismo han hecho al señor Carlos Blas Casuccio quién habría sido fotografiado -según la versión oficial- por un integrante de H.I.J.O.S. que se lo encontró por "casualidad" y mandó a su novia a buscar la cámara de fotos.
El Sr. Blas Casuccio se encuentra autorizado a salir a comprar alimentos porque no tiene quien lo haga ya que su único familiar, su esposa, se encuentra postrada.
http://tiempo.infonews.com/nota/191205/el-represor-que-sale-de-compras-con-permiso-del-poder-judicial
Este tipo de seguimientos y acoso contra presos políticos y sus familias es frecuente, sólo hay que buscar en la prensa oficialista. Seguimientos que, sin duda, son aplaudidos por Nicolás del Caño quien días pasados, en plena campaña proselitista en la provincia de Mendoza, aseguró que: "Estos (los acusados por lesa humanidad) no deberían estar presos, deberían estar muertos".
Pues bien, ahora los seguimientos se los hicieron a él. Fue tan víctima de seguimientos de los organismos de seguridad del Estado -que le armaron la "casualidad"- como aquellos a quienes odia tanto como para desearles la muerte.
El ensañamiento con Del Caño es curioso, porque es un líder escaso de un espacio político inexistente.
Su pecado fue haber convocado a votar en blanco; es que el voto en blanco, al final, se computa al candidato que saca más votos.
Del Caño fue víctima de la obsesión de la Presidente Kirchner que alardea de haber sido la candidata más votada después de Perón. Teme que otro le quite el puesto y por ello Del Caño se convirtió en su ocasional enemigo.
Metáfora pintoresca del "ahora vienen por mí, ya es tarde".
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