La capitis diminutio: para los que no son abogados, es una figura del derecho romano que señalaba distintos grados de incapacidad. Estaba la capitis diminutio mínima, apenas la privación del derecho a votar y ser elegido funcionario; la media que incluía además de la anterior la privación del derecho a ser parte de una familia, y la máxima que era la situación de esclavo.
En la modernidad, los países que seguimos el derecho romano sólo recogemos una disminución de capacidad por problemas mentales, permanentes o transitorios. Por qué hago esta introducción? Porque hoy, en nuestro derecho se quiere introducir "de facto" o sea, sin leyes que la sostengan, una forma de capitis diminutio pero en vez de ser la privación de derechos, es la privación de responsabilidades.
Como con todo, la prueba piloto fueron los juicios de "lesa humanidad". Ante la misma situación, un homicidio por ejemplo, las teorías de cabotaje le asignan al militar o policía (como agente del Estado) la comisión de un delito de lesa humanidad pero a los miembros de las organizaciones terroristas que cometen el mismo delito sólo la comisión de un delito común que prescribe con el tiempo.
De alguna forma se los trata como tontitos, como personas en disminución de sus facultades mentales afirmando que el mismo hecho, en el caso de los agentes del Estado tiene una responsabilidad suprema por ser quienes son y en el caso de los terroristas, apenas unos discapacitados, que por actuar como guerrilleros no son totalmente punibles.
La sociedad no lo vio venir. Hoy esa misma "discapacidad" se le asigna al delincuente común. El delincuente común no comete el delito o tiene por atenuante que es un inadaptado social. En la facultad de derecho de la UBA, el Dr. Sancinetti nos enseñaba la reincidencia "al revés". Decía Marcelo Sancinetti que el delincuente que reincide debe sufrir menos pena en cada oportunidad, porque está demostrando su "incapacidad para ajustarse a la norma y vivir en sociedad". Lo entendemos? Cuando se lanzaron sobre los militares y policías, lo que hicieron fue aislar políticamente a un grupo de la sociedad para aplicarles este experimento y cuando vieron que la sociedad no reaccionó, lo aplicaron a toda. Hoy si un delincuente entra a mi casa es apenas un rapaz que no sabe lo que hace pero si yo lo mato, tengo que probar que mi vida estuvo en riesgo, que utilicé la fuerza estrictamente necesaria, que el arma estaba registrada, que no tuve oportunidad de llamar a la policía y mil cosas más.
Los que somos parte de la sociedad somos los adultos que tenemos todas las obligaciones y los que vienen a atacarla y destruirla apenas unos mocosos simpáticos, que andan por el mundo buscando su destino.
Empecemos a entender que todo lo que hace esta gente, tiene que ver con nosotros y no les dejemos pasar una.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario