miércoles, marzo 06, 2013

Nota de Justicia y Concordia al Sr. Nuncio Apostólico



Señor Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
S.E.R. Mons. Dr. José María Arancedo
Presente
c/c Sr. Nuncio Apostólico
Sres. Obispos de la República Argentina
Buenos Aires, Noviembre 21 de 2012
Nos dirigimos respetuosamente a VE. y por su intermedio a los Sres. Obispos integrantes de la Conferencia Episcopal Argentina, con motivo de la declaración emitida el 9 de noviembre pasado, así como la posterior declaración pública efectuada por el Sr. Obispo de Gualeguaychú, Monseñor Jorge Lozano, en la que explicó que varios sacerdotes, religiosos y laicos –que no individualiza- se habían quejado ante los Obispos por ciertas afirmaciones hechas por el ex Presidente de la República, General Jorge Rafael Videla, lo que motivó que la Asamblea dialogara sobre aquellos años y emitiera la aludida declaración.
Con todo el respeto que debemos a cada uno de los Obispos y al conjunto de ellos reunidos en la Asamblea, queremos aquí resaltar que nada se dice – ni en la declaración episcopal ni en la explicación del Sr. Obispo Monseñor Lozano – sobre la trágica situación por la que pasan hoy los oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas y de seguridad, civiles y sacerdotes, detenidos en distintas cárceles como consecuencia de la persecución vengativa que se ha desatado en el país en estos últimos años.
Se trata de presos políticos, pues su encarcelamiento obedece a una decisión política, que para ejecutarse se han conculcado todos los principios elementales del derecho. Para estos presos no rige la legalidad ni las normas básicas del debido proceso. Sufren largos procesos sin sentencia. Los juicios son verdaderas parodias y las sentencias están dictadas de antemano. Los jueces los someten a tormentos, sin respetar el mínimo tratamiento humanitario al que es merecedor el más desgraciado de los delincuentes.
Nada han dicho los señores Obispos sobre la crueldad con que todos estos hombres, en su gran mayoría entre sesenta y cinco y mayores de ochenta años, quienes por su edad o enfermedades, al menos, deberían estar en prisión domiciliaria, encerrados en cárceles comunes, por orden de jueces corruptos, sometidos a un régimen dominado por ideólogos que en los años setenta participaban o impulsaban la subversión marxista.
Nada han dicho los señores Obispos acerca de los 180 muertos en cautiverio, que ya ha cobrado esta política de odio y venganza, denominada cáusticamente de “Derechos Humanos”, que nada menos que el Presidente de la Suprema Corte Dr. Ricardo Lorenzetti, calificó de “política de estado” y afirmó que “no puede haber ley ni perdón para aquellos que cometieron delitos de “lesa humanidad”.
Nada han dicho los señores Obispos acerca de que esta persecución ideológica llevada a cabo desde los estrados judiciales comporta la destrucción de la Justicia Argentina, carente hoy de independencia y de ánimo justiciero.
Urge y así rogamos a los señores Obispos, que frente a la degradación, violencia, división y odio alentada por los impulsores de estas persecuciones, hagan oír su voz llamando a la concordia entre los argentinos, premisa indispensable para alcanzar la plena vigencia del estado de derecho. En este orden deben ejercer su insustituible autoridad moral, iluminando a la sociedad argentina con la doctrina de la justicia y el perdón que brotan del Evangelio. Con todo respeto y humildad pedimos a nuestros Obispos que, en esta hora tan grave de la República, no guarden silencio del cual deban disculparse en el futuro.

 

Mariano Gradin
Alberto Solanet
Secretario
Presidente

Adhesiones en esta dirección http://justiciayconcordia.org/adhesiones/adhesiones.php




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