Creemos en la inocencia de Cecilia Pando porque nosotras, esposas, hijas, hermanas de víctimas del terrorismo de los años 70 o de presos políticos en la actualidad, la acompañábamos en sus marchas. Nunca pintamos los pañuelos de las Madres, porque respetamos su dolor. También tenemos familias divididas o amputadas por la guerra. Nunca tocamos los pañuelos, pero pintamos nuestro propio dolor en la Plaza de Mayo porque es de todos los argentinos. Y la historia debemos contarla completa.
Sólo Cecilia fue condenada porque le temen y por temor la demonizan. Es que nadie puede negar el valor de esa mujer que se enfrenta como una hormiga a un elefante y aun así no se detiene. Cecilia Pando es una persona íntegra y generosa que no merece ser condenada por hablar por los que no tienen voz.
Las abajo firmantes conocemos bien la inocencia de Cecilia Pando y solicitamos a la Justicia que revea su injusta condena.
Ana Delia Magi de Barreiro
(DNI 6.075.085),
Inés Hansen, Marcela Dubourg, María Mercedes Tumini, Graciela Donda, Anin Pernias, Susana García Tallada, Eneida Alves De Oliveira, Elsita Herrero Anzorena, Maria I. Lamolla, Patricia Isabel Mauriño, Lucrecia G. Astiz, María Elena Vásquez, Eugenia M.Astiz, Carmen Cristina Mauriño y María Parodi
Ana Delia Magi de Barreiro
(DNI 6.075.085),
Inés Hansen, Marcela Dubourg, María Mercedes Tumini, Graciela Donda, Anin Pernias, Susana García Tallada, Eneida Alves De Oliveira, Elsita Herrero Anzorena, Maria I. Lamolla, Patricia Isabel Mauriño, Lucrecia G. Astiz, María Elena Vásquez, Eugenia M.Astiz, Carmen Cristina Mauriño y María Parodi
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