CARTAS DE LECTORES- 14-11-12 LA NACION
GENERAL ALAIS
Me impulsa a escribir esta carta la sensación de impotencia como hija que ve desmoronarse física y mentalmente a su padre, el general Ernesto Arturo Alais, detenido preventivamente desde hace más de dos meses por causas judiciales de ¨lesa humanidad¨ que se sustancian en Tucumán. A la fecha no pesa sobre él ninguna condena. Al tema estrictamente judicial están abocados tanto jueces como fiscales y abogados. Mi padre fue ascendido a general durante el gobierno del presidente Alfonsín, y debió actuar en defensa de las instituciones democráticas durante ese período. Ya retirado fue jefe del equipo argentino en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
Tiene 83 años y padece una demencia senil, la cual se ha agravado de manera terrible a partir de su encarcelamiento. Primero estuvo en el penal de Marcos Paz. Por su estado de salud fue trasladado al Hospital Militar Central, del cual, de manera inexplicable y desoyendo cuatro pericias médicas que indicaban claramente la necesidad de cuidados intensivos permanentes (por síndrome confusional permanente, no poder comer por su cuenta y otros trastornos) y su imposibilidad física y mental de enfrentar un juicio, fue trasladado por orden del Juzgado Federal Oral de Tucumán el domingo pasado a las 2 de la madrugada a la Unidad Penal de Ezeiza, donde fue alojado en una celda habitación en el área hospitalaria. Todo esto ocurrió luego de que una médico forense desaconsejara su traslado.
Ayer comenzaron las audiencias del juicio, al que mi padre fue obligado a asistir mediante video conferencia. Debió ser atado a la silla de ruedas para que no se cayera, y en un momento dado fue retirado del lugar por pedido de los médicos del penal, por una indisposición física. Anoche se cayó de la cama en su celda habitación y debió ser trasladado primero al Hospital de Ezeiza y luego al Hospital Militar Central, donde otra vez está internado.
Desgraciadamente era inevitable que una situación así pasara. Un penal no está preparado para recibir a alguien que necesita una persona a su lado de manera permanente. Lo que ocurrió es que los jueces del tribunal de Tucumán tiraron a mi padre en un penal. La culpa no es del personal de Ezeiza, donde trataron de atenderlo lo mejor que pueden.
Creo en las instituciones democráticas y en los tres poderes del Estado. A quien le corresponda le pido que me diga quién se va a ser responsable de mi padre.
María Virginia Alais
DNI 14.721.618
DNI 14.721.618
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