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«.sabe comandante, yo voy a ser uno de los que esté en la marcha contra Bush - Pues una estatua pa' ti Diego.» (Maradona - Fidel Castro, La Noche del Diez)
El boludoteísmo, gracias a nuestro libertinaje tercermundista de cultos, ha renovado sus bríos este año. Y en esta explosión «popular» del culto a la boludez, mucho ha tenido que ver el show televisivo. El boludoteísmo tiene como dios a Maradona. Ama al diego por sobre todas las cosas, no se cansa de utilizar su pobre nombre en vano, santifica sus sandeces, honra sus contradicciones. «Ámenme tanto como yo me amo», grita el dios diez, y su rebaño delira. Es el culto de los ignorantes orgullosos de su ignorancia. Y el de ciertos vivos que lucran con los idiotas útiles.El boludoteísmo adora a un dios otrora todopoderoso con sus piernas, pero al que el tiempo y otros pecados peores, le quitaron el poder de los miembros inferiores. y no tuvo más remedio que ponerse a predicar con la lengua. Y el dios habló. Y nos habló de la tristísima trinidad: Él, por sobre todas las cosas, el che Guevara y Fidel Castro. Los tres son uno y tres a la vez. Chávez está anotado, pero aún le faltan muchos años de totalitarismo.
El dios diez señaló la tierra prometida: Cuba. y nos llevó hasta ahí, pero él se pegó la vuelta. Muy lindo el paraíso socialista, pero mejor vivir en el infierno capitalista. Y nos advirtió sobre el diablo: Estados Unidos. Pero a pesar de tanto celo propagandístico, el cielo del dios diez y su tristísima trinidad, anda en problemas.
Se les escapan las tortugasMás de 20 miembros del Coro Nacional de Cuba han desertado, entre ellos, el segundo jefe de la delegación, acompañante oficial del coro. Ocurrió en la gira que realiza el conjunto por Canadá, que comenzó el pasado 18 de Octubre y que tenía como fecha de finalización el 5 de noviembre. Los cantantes se fugaron del hotel de Toronto. Entre los desertores se encuentra el barítono Ernesto Hermes Cendoya Sotomayor, informó Sambra, escritor y disidente que llegó a Canadá a mediados de los años 90.
Cendoya dijo que el grupo analizó la posibilidad de quedarse en Canadá ni bien llegaron a ese país, y explicó que los responsables del coro les retuvieron las dietas y los porcentajes de las recaudaciones para intentar evitar la deserción. Los cantantes piden refugio político, la mayoría son jóvenes, pero hay también adultos. Todos desean escapar de «la situación insoportable en Cuba. Están asqueados de la represión, ser los esclavos del régimen, y de estar mal pagos.
La acompañante oficial del coro, Digna Guerra, amenazó a los miembros del grupo para disuadirlos, dijo Sambra. «Les dijeron que los miembros de sus familias en Cuba sufrirían represalias si decidían fugarse.» La última deserción masiva de cubanos en Canadá ocurrió en 2002, cuando 23 jóvenes que fueron a la Jornada Mundial de la Juventud, a la que asistió Juan Pablo II., pidieron asilo.
El paraíso no se mancha¿Por qué motivo la gente huye desesperada del paraíso? La gente huye de Cuba de cualquier manera y a cualquier precio. Se van todos: niños, jóvenes, adultos, abuelos, profesionales, campesinos, deportistas, artistas, hombres, mujeres, negros, blancos. Todos. Claro que en este mundo cada vez más pequeño, mucha es la gente que emigra en busca de nuevos horizontes. Lo extraño de Cuba, es que la gente huye desesperada, de una tierra magnificada por los más prestigiosos intelectuales.
Y huyen hacia cualquier lugar. No les importa si caen en Rusia, Argentina, o en las fauces de los tiburones del mar Caribe. Amén de lo que digan los detractores o los defensores de la absurda dictadura cubana, yo creo que la única razón para que la gente huya de un paraíso, es el aburrimiento. Una vez dijo el dios diez que: «si en el cielo estaban todos los buenos, entonces él prefería irse al infierno, porque iba a ser más divertido». Es una bolufrase digna del boludios diez.
Por eso, si Cuba es el paraíso que nos vende la elite intelectual, y que yo no tengo por qué no creer, la única causa de que la gente huya desesperadamente de allí, ha de ser el hastío.Pues en Cuba ya todo está hecho y de la mejor manera, y de la única manera posible. Cuba es el país más democrático y más libre del mundo. Entonces, las personas que lo habitan tienen un buen motivo de hastío, pues en los demás países, transformar un país en libre y democrático es una preocupación y una ocupación que nos lleva mucho tiempo. Pero como Cuba ya alcanzó ese aspecto central para la vida de las naciones, ese logro superior de la humanidad, entonces, la gente se aburre.
Si en educación, los chicos de primer grado ya escriben como Martí, y aprenden dos veces más que lo que se aprende en cualquier otro país del mundo infernal, si en Cuba ya nada puede perfeccionarse, es lógico que la gente se aburra. En salud pública, hasta hace poco se pensaba que Canadá tenía el mejor sistema del mundo, vaya mentira diabólica, el mejor sistema de salud pública del mundo es la cubana. Ni Canadá ni Suecia: Cuba; y hacia allí peregrinan en masa los sanitaristas de todo el mundo para aprender.
Los suecos, los suizos o los japoneses, por ejemplo, se entretienen saliendo a hacer turismo, viendo muchos canales de televisión o leyendo periódicos y revistas de cualquier parte del mundo. Los cubanos no, pues, si es el país de las mejores cosas, ¿para qué ir entonces a conocer otros lugares peores? La prensa cubana es tan buena que prácticamente no dice nada, ¿qué va a decir si todos los cubanos saben que todo está bien? La televisión cubana es la mejor del mundo.
Y una televisión impecable en un país impecable, ¿qué otra cosa va a informar sino que todo fluye como un río cristalino? Por eso no se emite ni Telesur, la televisora de cuyas acciones los cubanos pagan el 19 %. ¿Para qué, si con los cuatro canales estatales alcanza y sobra para reflejar su vida de ensueño? En Cuba, hasta cuando vienen los huracanes o las tormentas tropicales, todo se mantiene bajo control, todo se prevé, todo el mundo acepta sin chistar lo que las autoridades determinan, porque, claro, las autoridades nunca se equivocan.
En Cuba nunca hubo siquiera una ancianita que se haya negado a abandonar su casa o su gatito. Nada de eso, cuando se dice «a evacuar», todo el mundo evacúa sonriente hacia los mejores refugios para evacuados del mundo.
Todo es formidable en Cuba, porque el Estado se ocupa y se preocupa de todo. Los máximos dirigentes tienen una experiencia de casi 50 años de sacrificio por el bienestar del pueblo. Y los habitantes de Cuba esperan que estén 100 años más ahí. ¿La muerte? ¡Vade retro!, Fidel es un dios que no puede darse ese lujo, porque ¿quién va a dirigir a Cuba con tanto tino, tanta sapiencia y tanta sensatez? No, Fidel tiene que estar en su puesto 100 años más, a lo mejor en ese tiempo surge alguien que llegue a tener, al menos, un diez por ciento de la preocupación y el amor por el bienestar del pueblo.Hay un antecedente histórico a este paraíso cubano que nos propone el boludoteísmo. Y en ese paraíso anterior, pasó algo parecido. Eva se aburrió. Todo era tan perfecto que se comió la manzana, sólo porque estaba prohibido. Lo mismo debe suceder en el paraíso cubano, con la diferencia de que en Cuba todos están obligados a quedarse. Pero la gente tiene esas cosas incomprensibles, prefiere la libertad al paraíso. Es gente inconformista a la que no le gusta que todo sea perfecto.y entonces se van por ahí a pasarla peor.
Algunos, hasta se van y hacen política, con lo ingrato que es esa profesión. Y huyen a costa de sus vidas. El Dios del paraíso de Eva, que todo lo sabe, se dio cuenta, y desde entonces, nos dio la opción de elegir en libertad. El dios del cielo cubano, que todo lo niega, no otorga visa. La tristísima trinidad (el dios diez, el che y Fidel), insiste con la opresión. Parece que al boludoteísmo se le escapa la tortuga.
Horacio Ricardo Palma
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