Anécdota del juicio de "Margarita Belén" en Chaco. El mismo que la benemérita Elisa Carrió ignoró abiertamente cuando era fiscal de esa provincia pero vamos a la anécdota: el hoy tan homenajeado y defendido juez Luis María Cabral se presentó a darle aliento a los valientes querellantes y fiscales que venían a perseguir militares. Echó una mirada rápida y vio a un grupo de zaparrastrosos a los que presumió los acusados, los pasó de largo y solemnemente se dirigió a los únicos que juzgo decentemente vestidos, con traje y cabellos prolijos. Le tendió la mano al primero presentándose. Su interlocutor, bien trazado, se puso de pie. Le ofreció a su vez la mano y con voz marcial le dijo "Coronel Jorge Carnero Sabol...mucho gusto". El "buen" juez espantado dió un salto hacia atrás como si hubiera visto al diablo. No se dio por vencido, siguió con el siguiente bien vestido. Con voz de trueno lo saludó "Coronel Horacio Losito...a sus órdenes". Los prolijos y bien vestidos eran los acusados, los zaparrastrosos eran los abogados querellantes y fiscales.
El juez por el que hoy quieren que salgamos a pelear usó esta justicia tramposa para vengarse de sus enemigos de antaño. Se chocó de frente con una realidad que no coincidía con su relato mental. Los malos debían ser sucios y feos.
Ahora ese relato viene por él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario