sábado, enero 21, 2012

23er. Aniversario de Heroísmo y Traición

 Por: Carlos E. Viana


Ataque terrorista al Cuartel del RI 3 General Belgrano. Algunos interrogantes sobre Robert K. Goldman (CIDH), Raúl Alfonsín, sus colaboradores y Néstor y Cristina Kirchner y la actuación de Daniel Ortega y Fidel Castro. “¿Quién no respetará de hoy en adelante a los cuerpos militares de Buenos Aires?” Proclama de la Primera Junta de Gobierno del 29 de mayo de 1810, creando el Regimiento de Infantería Nro. 3.



Por Carlos E. Viana para el Informador Público
La Tablada 23 de enero de 1989, 6 de la mañana.
Un grupo terrorista asalta el Cuartel del RI 3 General Manuel Belgrano, de la Tablada, mediante un camión que derriba su puerta y arrolla al soldado conscripto de 19 años que montaba guardia cuerpo a tierra con un fusil FAP. Los atacantes tenían lanzagrandas RPG2 y RPG7, de origen soviético y chino, que son las que utilizaban las tropas nicaragüenses llamadas sandinistas, en ese entonces bajo el mando del Presidente de Nicaragua Daniel Ortega.
Son asesinados cuatro soldados conscriptos de 19 años, que cumplían el servicio militar obligatorio y en total 13 efectivos del Ejército y de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Esta última fuerza es la que rodea el cuartel de inmediato a las siete de la mañana y cerca de los invasores. Recién a media mañana, cinco o seis horas después, el Presidente Alfonsín ordena que concurran fuerza del Ejército para recuperar la unidad, demora que causa más bajas entre los defensores del regimiento y que resulta inexplicable en el Presidente que como Comandante en Jefe de las FFAA, es responsable por su seguridad. El Presidente se había comunicado con su Ministro del Interior Enrique Nosiglia, informándole del ataque y pidiendo que se reuniera con él. ¿Porque el Presidente demoró seis horas en ordenar el contraataque de tropas del Ejército, mientras que la Policía de la Provincia de Buenos lo hizo de inmediato?
¿Por qué la justicia no investigó si Nosiglia se había reunido previamente en Brasil con miembros del MTP, que reivindicó el ataque, entre ellos su íntimo amigo Francisco Provenzano?
Poco antes del mediodía el vocero presidencial José Ignacio López informó que se trataba de un ataque de militares carapintadas, pero después dijo que solo eran atacantes y al final reconoció que eran terroristas. ¿Por qué estas contradicciones?
El Preludio del ataque
Diez días antes del ataque, el periodista Guillermo Cherashny había denunciado en El Informador Público, que el ERP liderado por Gorriarán Merlo y la Junta Coordinadora Nacional de la UCR Capital -que lideraba Nosiglia- tenían contactos y que Gorriarán había invertido un millón de dólares en un importante diario de centroizquierda. El 20 de enero, Cherashny denunció un encuentro entre Nosiglia y los dirigentes del MTP-ERP Felicetti y Provenzano, este último muerto en el ataque, pero además habían mantenido a fines de diciembre una reunión en la Confitería Paladium. Según esta denuncia, Nosiglia les había pedido a los dirigentes del MTP que denunciasen un pacto entre Menem y Seineldín. Nosiglia y Provenzano eran amigos íntimos y de familia. No obstante durante el juicio por el asalto Nosiglia negó conocerlo, por lo que fue acusado de falso testimonio, lo mismo que con Felicetti quien no concurrió al juicio ese día para evitar un careo. Por su parte Jorge Baños otros de los miembros del MTP-ERP caído en el asalto, había comprado un departamento en Barrio Norte (Buenos Aires), con uno de los celebres crédito del Banco Hipotecario Nacional dirigido por Aníbal Reinaldo (Coordinadora - radical), mientras que Carlos Becerra Secretario General de la Presidencia también había mantenido relaciones con el MTP-ERP.
El objetivo
El gobierno de Raúl Alfonsín estaba preocupado por las encuestas que favorecían a Carlos Menem para las próximas elecciones presidenciales. Se habría fijado una estrategia mediante la cual este grupo terrorista actuaría al principio como un levantamiento carapintada del ejército, que sería reprimido en principio por el grupo terrorista mismo. Esto daría la excusa para declarar el estado de sitio y el Presidente Alfonsín gobernaría por decreto y acusando al PJ de intento de golpe de estado. Ya había un antecedente cuando en 1985, el gobierno había tomado esta medida de excepción para amedrentar al periodismo.
Daniel Ortega y Fidel Castro
La porción de terroristas extranjeros provinieron de campos de entrenamiento en Nicaragua, apoyados por agentes de la DGI (Dirección General de Inteligencia) cubana. Ellos tomaron la decisión, ya que Gorriarán Merlo comandante del ataque; uno de los asesinos del empresario italiano Oberdan Salustro (FIAT) y de María Cistina Viola de tres años de edad; se encontraba refugiado en Nicaragua, donde había colaborado en la represión y tortura contra opositores y tenía un grado militar. El armamento en parte era el que se estaba utilizando en dicho país. El gobierno de Nicaragua hizo aportes financieros al MTP, en el año previo al ataque. Daniel Ortega, actual presidente socialista de Nicaragua y Fidel Castro brindaron el apoyo logístico, tropas e impulsaron el ataque.
La Crueldad y el Heroísmo
El propio Presidente Alfonsín, fracasado el asalto, se vio obligado a reconocer la crueldad de los atacantes. Una de las guerrilleras herida le pidió a un compañero, que si ella moría, él matara a un soldado conscripto prisionero de 18 años. Murió y el terrorista ejecutó fríamente el pedido. Mientras, desde los edificios aledaños al cuartel guerrilleros apostados, hacían de francotiradores, entre ellos Gorriarán Merlo y su hija que abandonaron a sus compañeros cuando vieron que estaban perdidos. El saldo de muertos de propias tropas fue de nueve integrantes del Ejército Argentino y dos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. La cantidad de heridos y mutilados alcanzó a treinta y siete hombres, algunos de ellos de suma gravedad y otros con lamentables mutilaciones corporales (pérdida de ambas piernas, pérdida de un ojo, etc.). El soldado Roberto Taddía (19 años) se encontraba barriendo las inmediaciones de dicha dependencia. Fue asesinado mientras tenía una escoba en la mano. Fue el primer muerto.
 Mayor Horacio Fernández Cutiello (h), impidió con el fuego de su FAL la toma de la Jefatura de la unidad. Al salir para continuar combatiendo recibe un balazo en la espalda y ya caído de bruces, lo dan vuelta y le disparan con una itaca en el rostro. Tenía cuatro hijos.
El Teniente Ricardo Rolón se introdujo valientemente en uno de los edificios tomados por los terroristas, recibiendo el fuego enemigo, lo cual le produce la muerte. Era Rosarino, pero no figura en los museos de la Memoria que fundaron Obeid (PJ), Binner (PS), Lifchitz (PS) y mantiene Fein (PS).
El Sargento Ayudante Ricardo Esquivel es muerto cuando trata de ayudar a heridos. Tenía un hijo. El Sargento Ramón Orué, es muerto cuando se enfrenta con dos terroristas que intentaban huir. También tenía hijos.
El Cabo Primero José Albornoz se adelanta a su fracción defendiendo el polvorín de la unidad, siendo alcanzado por el fuego terrorista que le produce la muerte. Era padre de un bebe de un mes.
El Soldado Martín I. Díaz (19 años de edad), defiende valientemente su puesto de centinela hasta que es asesinado de un tiro en el pecho. Mueren también combatiendo heroicamente, el Comisario Inspector de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Emilio García García y el Sargento Manuel Soria, Mientras que al Comisario Luis Alberto Re los terroristas le volaron ambas piernas con un disparo de mortero. El teniente Coronel Luis Zamudio y es herido de un tiro por la espalda y el Teniente Coronel Nani, héroe de Malvinas, pierde un ojo en la recuperación del cuartel.
La Comisión de Interamericana de “Derechos Humanos”
En 1999 y en el 2000 el entonces Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Robert K. Goldman y el Secretario Ejecutivo de la misma Jorge A. Taiana, hicieron visitas a la Argentina exigiendo que el Congreso apruebe una ley que permita a los entonces terroristas por el asalto al cuartel de La Tablada hacer una apelación, lo cual significaba la libertad de los mismos.
Cave aclarar que Goldman fue relator para los casos de Argentina y Colombia. En un mensaje que dio en una reunión de la CIDH en Colombia dijo, “En lo que se refiere a la aplicación de la Convención Americana y otros tratados de derechos humanos, la Comisión considera que en la medida en que estos grupos actúen como agentes o mandatarios del Estado o sus actos ilícitos cuentan con la aquiescencia, anuencia o tolerancia de éste, sus acciones pueden resultar imputables al Estado y generar su responsabilidad internacional”. Debemos recordarle al Dr. Robert K. Goldman que en el ataque al RI 3 en La Tablada, participaron guerrilleros entrenados en Nicaragua y con el apoyo de inteligencia de la DGI (Inteligencia) cubana, por lo cual él debería haber investigado este hecho y más aún, dadas las sospechas y pruebas de las relaciones entre el entonces Ministro del Interior Enrique Nosiglia y otros miembros de ese gobierno, incluido el Presidente Alfonsín, el relator debería haber pedido la investigación del hecho, porque habrían estado involucrados tres estados, Nicaragua, Cuba y el gobierno argentino.
El espíritu de los principios de la Comisión Interamericana de Derechos humanos, debería ser la justicia y la misma norma para todos los estados, cosa que el profesor de College of Law de Washington DC y codirector del “Center for Human Rights of the American University”, parece ignorar, lo mismo que los otros comisionados de la CIDH.
Con respecto al Juez German Castelli de Morón (Argentina) y el Fiscal Federal Sebastián Bazo en el 2008, en la resolución que ordenaba la detención del General Alfredo Arrillaga comandante de las tropas que recuperaron el cuartel y del Coronel Jorge E. Varando, dijeron: “a la luz de lo expuesto, el resultado de los informes mencionados dan plena razón a las conclusiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en punto a que (los nueve presuntos fusilados) habrían perecido en el lugar, en manos de agentes del Estado y, a su vez, pone en evidencia la fragilidad de los argumentos del Estado argentino”. ¿Porque no pide la citación de Nosiglia y de Alfonsín (en ese entonces con vida), ambos sospechados de complicidad?
El 23 se cumple el 23er. Aniversario de el ataque al Regimiento 3 de Infantería General Belgrano. Los criminales y quienes traicionaron a la patria apoyándolos, están el libertad, los héroes que recuperaron el cuartel en nombre de Argentina están muertos, algunos presos, otros con la amenaza de ser detenidos, mientras, tanto Néstor como Cristina Kirchner se abrazaron con los asesinos Fidel Castro y Daniel Ortega y la CIDH ignora los más elementales derechos humanos de quienes jugaron su vida defendiendo la libertad.
Nosotros no podemos menos que rendirle un sentido homenaje a los caídos, heridos y veteranos, que heroicamente defendieron la bandera celeste y blanca y solidarizarnos con los presos políticos que están acusados de haberla honrado.
El epígrafe con el párrafo de la proclama de la Primera Junta del 29 de mayo de 1810, decretando la creación del Regimiento 3 de Infantería, muestra el abismo entre el patriotismo de la misma y las actitudes de Alfonsín y los Kirchner.


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