Por Andrea Palomas-Alarcón
“Cuatro boludos y un escritorio” (Jorge Lanata)
La violencia verbal institucionalizada, verbal, no intelectual; el programa “6,7,8” no tiene nada de intelectual. Intelectualoide, en todo caso. Lo intelectualoide justifica el oficialismo, el periodismo de periodistas, el cobrar un sueldo para pegarle a los colegas.
Me he forzado a verlo; como todos los que queremos saber “ y ahora... de qué se trata?”. También, entre otros motivos, porque no hay nada en la televisión. Creo que Fort volvió con Tinelli. Un cachivache.
Tiene un rating inexistente. Casi nadie ve “6, 7, 8” excepto las redacciones del país y de “El País”. Porqué?
Intento darle una trascendencia que no tienen, “son un extracto de la situación política del país?” Porque para hablar de algo estúpido hay que convertirlo en paradigma?
Me fastidian! Me aburren! Me irritan y los mantengo. Encima los justifico, los convierto en paradigma. O me justifico porque los veo para saber si se va el loco o la loca, cuál de los dos se va?!!!.
Como todo izquierdoso, escondido detrás de una abstracción, un nombre que no se entiende. Si empieza a las 21, Porqué 6,7,8?
Como todo izquierdoso: inconsistente, abstracción que disimula, apenas, la falta de profundidad. Son seis, por canal siete, a las ocho. Hoy me enteré.
Podría llamarse 4 7 1, según Lanata.
Porqué mantenemos estos vagos? Un conductor que articula un eco de sí mismo, cuando presenta el programa, como una gracia incontenible. Que reparte la palabra como la Diva de los almuerzos pregunta “más papas?”. Un panel...una rubia reinvindicando lo hueco, lo “fashion”, pero de izquierda. No hay que perder ese público fashion, primera o segunda generación de clase media femenina con pretensiones intelectuales. Una Barbie de ojos soñadores, librepensadora de “Utilísima”, impostura de Marilyn que enfría a cualquiera exponiendo la apología del orgasmo.
Una vieja mala, escupidora, hemorroidea, cólica, que trabajó en Clarín y ahora reniega del diablo. El diablo de Bergoglio que existe pero que no es “colorado”, es blanco y negro y lo pagan los desnutridos del Chaco. Es verde dólar que como la criptonita, debilita y absuelve.
Una mala imitación de Alfredo Casero de eterna remera sucia. Remera: “siunotienealgoenlacabezanonecesitauntraje”. Un filósofo.
Una señora, (otra) enojada, de anteojos porque lee. MUY ENOJADA. Más enojada que yo, o miente mejor.
Todos de violencia apenas contenida (o no), la violencia y el odio que viene del miedo, el pasaporte al día, la mirada por encima del hombro.
Libreto visiblemente aprendido y practicado. Varias veces:(yo digo tal cosa y vos me contestás, dale?).
Critican a los medios porque repiten. Y ellos repiten. Cada opinión dos veces. La escriben en la pantalla y la subrayan. Dos veces cada día, o tres. La repiten toda la semana.
Ensalzan a Víctor Hugo porque basureó a un locutor jovencito. Víctor Hugo no se pelea con los de su tamaño. Está fundando un país. No se puede permitir la lealtad ni la decencia. No da un portazo en ese medio basura porque busca la implosión. Ahora que se forró bien forrado gracias a los jubilados que cobran la mínima, sigue allí para destruirlo desde adentro; un patriota.
No quiero pensar el aire irrespirable junto a Víctor Hugo, todas las mañanas cuando llega a la radio, el silencio que se corta con la medialuna, o hablan por compromiso. Vale la pena? Vale la pena cobrar tanta plata granjeándote el desprecio de tus pares?
Lo pregunto en serio, por ahí me pierdo de algo.
Hoy fueron dos señores que se casaron. En otro momento me habrían caído bien, como a todo catalogado de clase media- centros urbanos (no del interior); sin embargo hoy me repugnan, porque ni se casaron en serio. Se casaron por propaganda, porque como todo lo que se hace para este gobierno fue por interés. “Matrimonio por conveniencia” lo llamaban las abuelas. Encima me lo quieren imponer como tributo a Kirchner. Se aliaron con Kirchner y quieren que yo los acepte.
No los acepto.
Una tribuna lastimosa, como los piqueteros, ni saben porqué estan allí. No llegan a cincuenta, conté mal? Por ahí mañana los cuentan para probar la falacia de la derecha, les gusta la palabra “falacia”.
A la voz de “vamos todavía” empieza; un alarido tan falso como los aplausos, falsos, a su vez, como los de Oprah.
Esto es lo que tiene en vilo a las redacciones del país?
No, es que esos cuatro boludos, bajan línea. Los domingos leemos Página 12 para enterarnos que Verbitsky (yo descanso en el resumen de Edgard) insinúa que los Kirchner, quienes ni pueden pronunciar la palabra Chandon, leen a Laclos. No al buen Pierre Choderlos de Laclos y su novela epistolar tan bien producida por Hollywood...
L-A-C-L-O-S!.
La violencia ejecutiva, el silencio oficial y la mentira de Estado, filtrada, apenas, por Twitter, envuelta en pescado podrido para que no huela, tiene a todo un país en vilo, sin rumbo cierto, persiguiendo media palabra que le indique para dónde corno vamos.
Un país que ha claudicado todas sus banderas, una por una, y que cuando cree que ha tocado fondo, llega más abajo todavía.
“Falta poco...ya se van” me decía alguien cuando yo intentaba volcar una grúa que habían metido en medio del Tedeum (el paraoficial). Yo intentaba dar vuelta la grúa ante el estupor del empleado kirchnerista que se defendía “estoy trabajando”. El “ya se van” y el “estoy trabajando” definiendo dos extremos, oposición y oficialismo.
Es que el trabajo justifica todo? Justifica todo el trabajo Víctor Hugo? Justifica todo "4 boludos"? Florencia Peña, Andrea del Boca, justifica todo?
Del otro lado, "Falta poco...ya se van". Eso es lo que nos queda? Hacer la plancha?
Nuestros antepasados se jugaron la vida, no el trabajo. El trabajo ya lo habían perdido antes de venir a América.
Los jujeños quemaron sus casas, sus cosechas, su ganado para que no le sirviera al enemigo.
Justifica todo perder el sustento?
Tan bajo caímos?
Tal vez sí, tal vez sólo importe seguir cobrando un sueldito, agachar la cabeza, alquilar el entusiasmo, no llamar la atención, seguir viviendo esta vida gris, violenta, tratar de que no le toque a uno, ni del gobierno ni del delito común que tiene patente de corso. Tal vez es lo que le sigue a este país, arruinado como Cuba, como Venezuela, recibiendo órdenes desde un programa en blanco y negro, que ni es gris ni es rojo, es verde.
Pdta: (Tampoco lo acepto).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario